viernes, 15 de febrero de 2013

Ciberacoso



Ciberacoso.


Desde el grupo TIC, hemos pensado que sería interesante dedicar en este blog un apartado al ciberacoso. Desgraciadamente es un tema que está adquiriendo cada vez más importancia en los centros educativos.
Toda la información de esta entrada ha sido extraída de la web del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación y la guía que he editado en Octubre de este año, que podéis consultar en la siguiente dirección:  http://menores.osi.es/padres-madres/destacados/inteco-presenta-la-%C2%ABguia-de-actuacion-contra-el-ciberacoso%C2%BB-para-padres-y-e
Tal y como cita el artículo, acoso escolar ha existido siempre y hemos de distinguir entre el ciberbulling y el grooming, veamos:

“… hay dos riesgos que siempre han existido: el acoso escolar llevado entre alumnos o el acoso por parte de un adulto a un menor con fin sexual, que se han «adaptado» a las nuevas tecnologías bajo los nombres de: ciberbullying y grooming.
Cuando hablamos de ciberbullying, es el acoso entre iguales, que siempre ha existido, pero llevado a cabo a través de medios telemáticos como Internet, teléfonos móviles, smartphones, vídeojuegos, etc. Tanto el acosador, como la víctima, suelen ser personas de la misma o similar edad. Por norma general, viene asociado con amenazas, insultos, vejaciones o de la creación de perfiles en redes sociales suplantando la identidad de la víctima y asociándola a contenidos vejatorios, del etiquetado de fotografías de otras personas o cosas con intención ofensiva hacia la víctima…
Cuando hablamos grooming estamos hablando de una situación de acoso hacia el menor procedente de una persona mayor con finalidad sexual explícita o implícita. Por norma general, un adulto desarrolla una serie de acciones para ganarse la confianza del niño con el fin de obtener concesiones de índole sexual. Suelen incluir actuaciones que van desde un acercamiento con empatía y/o engaños, hasta chantaje para obtener imágenes comprometidas del menor y, en casos extremos, pretenden un encuentro en persona.”

También destacaríamos las maneras de detectarlo, tal y como aparece en la guía, podemos encontrar:
·         Cambios en sus hábitos:
o   En el uso de dispositivos móviles o de Internet
o   De asistencia a clase
o   Por ausencia en actividades hasta ese momento preferidas
o   En altibajos en los tiempos de estudio y en el rendimiento del trabajo escolar
o   De variaciones en sus actividades de ocio habituales
o   De regularidad en la cantidad de comida y maneras de comer
o   Por permutas en los grupos de iguales, en ocasiones antagónicos
o   En relación con los adultos, en cuanto a la frecuencia y dependencia de ellos o en cuanto a su capacidad de concentración y de mantenimiento de su atención
o   Por modificación de sus costumbres de ocupación de su tiempo libre
o   En estados de humor
o   Por variabilidad de grupos de referencia.
·         Cambios en el estado de ánimo:
·         Fundamentalmente en el humor
·         Momentos de tristeza y/o apatía e indiferencia
·         En actitudes de relajación y tensión, incluso de reacción agresiva inusual
·         Excesivas reservas en la comunicación.

·         Cambios en su red social:
o   Intercambios extraños de red social y/o por repentina pobreza, ausencia de
o   amistades y de relaciones sociales
o   Falta de defensa ante supuestas bromas públicas u observaciones públicas,
o   inocuas aparentemente a ojos de los adultos
o   Miedo u oposición a salir de casa.

·         Cambios físicos o en sus pertenencias:
·         En su lenguaje corporal ante determinadas presencias: hombros encorvados, cabeza gacha, falta de contacto en ojos, rechazo de la presencia pública,…
·         En la ocupación de espacios escolares: cercanía a adultos, miedo a recreos, ocupación de rincones, paredes y espacios protegidos y controlables visualmente,…
·         De ocultamiento especial cuando se comunica por Internet o móvil
·         Explosiones agresivas momentáneas
·         Manifestaciones de enfermedad o dolencias frecuentes
·         Pérdida y/o deterioro de pertenencias físicas, lesiones físicas frecuentes sin explicación razonable.

• Cambios somáticos:
·         Aumento o pérdida de peso rápido derivados de cambios en el
·         comportamiento ante la comida: falta de apetito o comidas compulsivas
·         Mareos frecuentes con síntomas no comunes
·         Dolor de cabeza o estómago que no ocasionan despertares nocturnos pero
·         que impiden realizar actividades normales como el ir al colegio
·         Diarreas frecuentes sin ir acompañadas de vómitos o fiebres
Desde el Centro observamos la conducta de vuestros hijos, y desde casa si observáis algo extraño, actuad.